Manual para hacer el ridículo en redes (y creer que eres famoso)
Hace un par de meses me pasó algo que todavía me tiene entre la risa y la reflexión. Quisimos entrevistar a un supuesto 'trafficker digital' en Barranquilla para nuestro podcast y nos dijo que no daba entrevistas a medios que no tuvieran grandes cantidades de seguidores. Según él, su marca era “muy importante” para estar “rebajándose” a hablar con alguien como nosotros. Confieso que nos incomodó, sin embargo, seguimos adelante. Aunque se nos dio por ver sus redes sociales, encontramos que sus publicaciones tenían entre 1 y 2 likes con 10 mil seguidores.
Irónicamente, esa misma persona no parece entender que en el mundo del marketing digital actual los grandes números ya no significan gran impacto. Hoy en día, los nanoinfluencers y microcreadores, con menos de 1.000 o incluso 200 seguidores, son vistos como los más auténticos, con mejor engagement y capacidad de conexión real. ¿Por qué? Porque no venden humo: tienen seguidores reales, crean comunidad y confianza.
Y fue ahí, justo después de ese episodio tragicómico, que se nos ocurrió escribir este manual para hacer el ridículo en redes (y creer que eres famoso). Porque sí, el ego digital también tiene su guion, y muchos lo siguen al pie de la letra sin saberlo.
1. Publica contenido sin valor (pero con filtros)
¿Quién necesita aportar algo cuando puedes grabarte diciendo cualquier cosa con un filtro de perrito? Ignora eso de “educar, entretener o inspirar”. Aquí el objetivo es hablar por hablar, aunque no se entienda nada.
Pro tip ridículo: Asegúrate de usar frases como “Yo sé que esto no le importa a nadie, pero…” justo antes de decir algo que, efectivamente, no le importa a nadie.
2. Compra seguidores como si fueran papas fritas
¿Por qué construir comunidad cuando puedes comprar 10.000 bots rusos por $5? Eso sí, no te asustes cuando tengas miles de seguidores y cero interacciones. Es parte del combo del fracaso viral.
3. Sube 10 historias al día contándole al mundo… que fuiste al gimnasio
Una gran parte del manual consiste en convertir tu día a día en una telenovela sin trama. Que nadie se pierda lo que desayunaste, tu outfit frente al espejo y el filtro que elegiste para ocultar el caos.
4. Usa frases motivacionales que no entiendes
La clave es postear cosas como: “Hoy decides si te hundes o flotas”, acompañado de una foto tuya tomando café. ¿Qué significa? No importa. Lo importante es que parezca profundo.
5. Cree que eres famoso porque un familiar compartió tu reel
Cuando alguien de tu familia te diga: “Te vi en Facebook, ¡saliste chévere!”, asúmelo como validación pública. Olvida que nadie fuera de tu barrio sabe quién eres. Tú ya eres una celebridad… local.
Anotación final:
En un mundo donde muchos intentan ser virales sin entender la diferencia entre atención, conexión y empatía, la verdadera influencia no se mide en likes, sino en impacto y relaciones.
Si quieres dejar de hacer el ridículo y empezar a construir una marca personal sólida, recuerda: sé útil, sé auténtico, sé constante.
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